Los cólicos del lactante son un conjunto de síntomas que ocurren en los bebés entre los 15 días y los 4 meses. Se desconoce el origen de la aparición de los cólicos del lactante, aunque se cree que ocurren por falta de madurez del sistema digestivo del bebé.
Los síntomas del cólico del lactante suelen darse por la tarde noche (entre las 8 y las 12 de la noche). Estos suelen ser llanto intenso o irritabilidad sin causa aparente, dificultad para expulsar gases y/o heces, el bebé se encoje con frecuencia e intenta “apretar” para expulsarlos y un gran desconsuelo.
¿Cómo podemos aliviar los cólicos del lactante?
Primero, deberemos tener paciencia, ya que, si el bebé nota que estamos calmados, nos será más fácil transmitírselo. En el momento del cólico, podemos poner calor en el abdomen (con un saquito de semillas), colocarle en posición vertical, ya sea en brazos o en porteo, la posición “del avión” también puede aliviarles, porque en esa postura les cuesta menos expulsar los gases. Podemos intentar darle de comer o bañarle en agua calentita, y mecerle en brazos.
¿Cómo prevenir los cólicos del lactante?
Durante el día, se deben limitar las posiciones en las que el bebé esté acostado, y favorecer que esté en brazos o en porteo ergonómico. Estas posiciones van a favorecer el tránsito intestinal, y a conseguir que lleguen a esa última hora de la tarde más tranquilos. Recomendamos evitar estímulos visuales o sonoros fuertes, e incluso limitar las visitas para que el bebé pueda estar en un ambiente tranquilo. Se pueden usar probióticos para generar más rápidamente la microbiota, que ayude a la digestión. Cuidado con algunas plantas, que pueden ser peligrosas como el anís estrellado.
La fisioterapia puede ayudar en los cólicos del lactante, a través de masaje en la zona abdominal. En las sesiones valoramos también la movilidad cervical, el tipo de agarre al pecho o al biberón, y otros aspectos que pueden influir en la aparición de los cólicos.
En caso de lactancia materna, en ocasiones es beneficioso eliminar de la dieta de la madre la proteína de la leche de vaca, que puede generar intolerancia o alergia en el bebé. Existen también biberones anticólicos y fórmulas artificiales de leche “digest” o “confort”, que tienen las proteínas parcialmente hidrolizadas.
En conclusión, el abordaje de los cólicos del lactante es multifactorial, y hay que evaluar cada caso de forma individual para poder dar las herramientas adecuadas a cada familia.
Mara Esteban
Fisioterapeuta especialista en fisioterapia pediátrica
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