Estas alteraciones pueden aparecer en los mas pequeños durante las primeras semanas de vida. Son síntoma de inmadurez del sistema digestivo, que hace que al bebé le cueste digerir el alimento al principio y en ocasiones le causan dolor y molestias. Pueden mejorar con el tratamiento de fisioterapia y con ejercicios que los padres pueden realizar en casa. A continuación explicamos los más eficaces:
Los cólicos del lactante son contracciones dolorosas en el abdomen del bebé, que aparecen durante las 12 primeras semanas de vida. Aunque se barajan varias causas, la principal es la falta de madurez del sistema digestivo. Suelen ir acompañadas de un llanto inconsolable y son más frecuentes por la noche.
Los gases en el bebé suelen producirse por las dificultades de la digestión debido a las frecuentes tomas en los bebés, que suelen estar inquietos sobre todo después de comer. En ocasiones pueden tener el abdomen ligeramente hinchado y sufrir estreñimiento.
Tanto los cólicos como los gases pueden verse beneficiados por los siguientes ejercicios. Intentaremos buscar un momento en el que el bebé esté tranquilo para hacerlos y poder aliviarles lo antes posible.
- Poner al bebé boca abajo: Colocamos al bebé de tal manera que su tripa mire hacia el suelo y quede apoyada en nuestro antebrazo. En esta posición la expulsión de gases es casi instantánea
- Flexión de las piernas sobre el vientre: con el bebé tumbado boca arriba vamos a flexionar las piernas sobre su abdomen y las volvemos a estirar. Podemos empezar de forma alterna 10 veces y hacerlo después con las piernas juntas otras 10 veces, en un movimiento suave pero constante.
- Giros y estiramiento del abdomen: con el bebé boca arriba inclinamos sólamente las piernas hacia derecha o izquierda, al mismo tiempo que deslizamos la mano en sentido contrario, para lograr un estiramiento de la tripa. Repetimos en el otro sentido hasta completar 10 repeticiones.
- Masaje en el sentido de las agujas del reloj: empezando por encima de la cadera derecha, subimos la mano para pasar por debajo de las costillas y terminamos encima de la cadera izquierda del bebé, realizando una "U" invertida. Podemos utilizar un aceite natural de masaje, como el de almendras, con una presión suave, e ir incrementándola poco a poco según se vaya relajando la tripa del bebé.
- Masaje de rodillo: colocamos el antebrazo debajo de las costillas del bebé y arrastramos por la tripa hasta las caderas. Repetimos 10 veces.
Estos ejercicios se pueden hacer varias veces al día, pero si no vemos resultados deberemos ponernos en contacto con un profesional.
Mara Esteban Lavin
Fisioterapeuta Pediatrica
Nº Col. 7323