Introducción
El hombro congelado, también conocido como capsulitis adhesiva de hombro, es una lesión cuyos síntomas primarios incluyen principalmente dolor y pérdida progresiva de movilidad del hombro. Esto puede derivar en debilidad y pérdida de fuerza en la musculatura del hombro, afectando significativamente tu calidad de vida.
¿Qué es el hombro congelado?
El hombro congelado se caracteriza por una fibrosis provocada por tejido fibroproliferativo en la cápsula articular del hombro. La cápsula articular rodea las articulaciones y conecta los huesos entre sí, permitiendo una amplitud de movimiento fisiológica y evitando movimientos excesivos que podrían luxar la articulación. La cápsula articular está compuesta por dos capas principales:
- Membrana sinovial interna: Tejido conectivo y fibras elásticas que secretan líquido sinovial, reduciendo el rozamiento entre los huesos y aportando nutrientes.
- Membrana fibrosa externa: Tejido conectivo fibroso denso formado por elastina y colágeno, que se vuelve rígida al estirarse y se flexibiliza en reposo.
En el hombro congelado, los fibroblastos dejan de producir colágeno y se convierten en miofibroblastos, formando bandas fibrosas rígidas que limitan la elasticidad de la cápsula y provocan rigidez articular.
¿Cómo se produce?
Aunque ocasionalmente el hombro congelado puede aparecer sin un desencadenante claro, con frecuencia está asociado a otras enfermedades o a periodos de inmovilización. Se puede clasificar en:
- Hombro congelado secundario a enfermedades sistémicas: Asociado a diabetes, hipotiroidismo o hipertiroidismo.
- Hombro congelado secundario a factores ajenos al hombro: Relacionado con enfermedad cardiopulmonar, accidente cerebrovascular, patología discal cervical, fractura humeral o Parkinson.
- Hombro congelado secundario a factores propios del hombro: Asociado a tendinopatías del manguito rotador, artropatía glenohumeral y artropatía acromioclavicular.
El hombro congelado afecta mayoritariamente a personas entre los 40 y 70 años, con mayor prevalencia en mujeres y en personas diabéticas, especialmente insulinodependientes.
Cómo la fisioterapia puede ayudarte
Tras el diagnóstico de un hombro congelado, que efectuará un médico, tu fisioterapeuta puede acompañarte durante el periodo de recuperación mediante diversas técnicas manuales y ejercicios terapéuticos. Estas son algunas de las técnicas que pueden ayudarte a alcanzar tus objetivos y mejorar tu calidad de vida:
Técnicas manuales
- Movilizaciones pasivas: Ayudan a mantener y mejorar el rango de movimiento articular.
- Terapia de puntos gatillo: Reduce el dolor y mejora la funcionalidad.
- Masoterapia: Mejora la circulación y reduce la rigidez muscular.
Ejercicio terapéutico
- Ejercicios de estiramiento: Mantienen y mejoran la flexibilidad del hombro.
- Ejercicios de fortalecimiento: Aumentan la fuerza muscular y mejoran la estabilidad articular.
- Ejercicios de propiocepción: Mejoran la coordinación y el control motor del hombro.
Beneficios de la fisioterapia
- Reducción del dolor: Alivia el dolor articular y muscular.
- Mejora de la movilidad: Restablece el rango de movimiento del hombro.
- Fortalecimiento muscular: Recupera la fuerza y funcionalidad de la musculatura del hombro.
- Prevención de recidivas: Minimiza el riesgo de recurrencia del hombro congelado.
Recuperar el hombro congelado
El hombro congelado puede afectar significativamente tu vida diaria, pero con el tratamiento adecuado y el apoyo de un fisioterapeuta, puedes recuperar la movilidad y mejorar tu calidad de vida. La fisioterapia ofrece un abordaje efectivo y basado en evidencia para el tratamiento de esta patología, utilizando técnicas manuales y ejercicio terapéutico. Estos tratamientos no solo alivian el dolor y mejoran la movilidad, sino que también fortalecen la musculatura y previenen futuras recidivas, asegurando una recuperación integral.
No dejes que el dolor y la rigidez limiten tu vida. En Clínica Physed, estamos aquí para ayudarte. ¡Consúltanos y empieza tu camino hacia la recuperación hoy mismo!