En el ritmo de vida tan frenético que llevamos, con horarios tan justos y trabajos tan demandantes, pasamos por alto la importancia de una buena alimentación tanto para uno mismo como para las personas que conviven con nosotros en nuestro hogar.

Malas practicas en la alimentación familiar y repercusiones:

Métodos rápidos, comidas de batalla o incluso preparaciones de bajo interés nutricional hace que  consideremos la comida como un mero trámite. No obstante, esto pueden tener repercusiones en nuestra salud a corto, medio y largo plazo.

Las secuelas alcanzan todos los niveles orgánicos: déficits nutricionales, cansancio, fatiga, dificultad para la concentración y el mantenimiento de la energía diaria, problemas derivados de una mala calidad nutricional, patologías digestivas, problemas de descanso y la alta probabilidad de desarrollar una mala relación con la comida.

Unido a todo esto, se nos olvida los beneficios de comer en familia, que lejos de ser pocos, son excesivamente gratificantes para uno mismo y el núcleo familiar.

¿Qué podemos hacer para cambiar esto?

La OMS se refiere a la salud como la ausencia de malestar físico, social y mental. Cuidar esta triada diariamente es importantísimo y, con una alimentación en familia, podremos conseguirlo.

Entre todos los beneficios de la alimentación familiar, podríamos destacar:
• Asegura una alimentación muy interesante nutricionalmente y completa a todos los integrantes del núcleo familiar
• Mejora la nutrición general de la familia
• Previene trastornos de la conducta alimentaria
• Mejorar la salud social y emocional de los niños y de los adultos
• Mejora la relación afectiva del núcleo familiar

¿De donde saco el tiempo para llevar una alimentación adecuada?

Es cierto que muchos ritmos de vida no acompañan, que no todo depende de nosotros y que muchas veces es más difícil de lo que nos gustaría. No obstante, tenemos a mano muchísimas más herramientas y recursos de los que somos conscientes.

La inversión del tiempo parte en las prioridades que cada uno quiera darle a las cosas en su vida y la salud tuya y de los tuyos, siempre debería ser una prioridad. ¿Si no te cuidas tú, quién te va a cuidar?

¿Qué es lo primero que tengo que hacer?

Para saber por donde empezar, como consejo importante, hay que valorar en primer lugar la importancia que uno mismo le da a su alimentación y la de los suyos y si quiere establecerlo como prioridad. Valora si es algo que le preocupa o, simplemente, no se ha parado a pensarlo.

Decidido, quiero que mi familia coma sano, ¿Qué hago ahora?

Una vez decidido como prioridad, es importante delegar en un profesional de la nutrición que analice y evalúe bien vuestras rutinas, hábitos, estilo de vida, frecuencias de consumo, horarios, gustos… De esa manera, podrá organizar bien vuestras comidas y recomendaros, de manera completamente personalizada e individualizada, una alimentación que pueda satisfaceros en tiempo, preparación y placer puede ser muy muy interesante.

Así, evitaremos sobre cargas innecesarias y picos de estrés indeseados, pudiendo disfrutar de un proceso de conocimiento descubriendo aquellas dinámicas para poder implantar en vuestro día a día de manera muy sencilla. Conseguiremos así garantizar una nutrición familiar que favorezca y beneficie a todos.

Siempre va a merecer la pena 😊

Nutricionista en Clínica Physed, fisioterapia en Madrid

Alicia Fernández

Nutricionista especialista en Nutrición Clínica y experta en Patologías Digestivas

Desde Clínica Physed nos ponemos a tu disposición para ayudarte y asesorarte en cualquier tema relacionado con la nutrición, la alimentación saludable  la alimentación familiar.

Si quieres empezar a cuidar tu alimentación familiar, en la clínica podemos ayudarte.

Si lo necesitas, ponte en contacto con nosotros sin compromiso e infórmate.

Estaremos encantados de atenderte